Si tienes un negocio y ya pensante en lanzar una página web, vas por el buen camino. Si ya tienes una página de Internet y además un blog escrito, no habrá quién te pare en tu carrera por el éxito.
Ahora bien, si estas alimentando tú mismo tu blog lo mejor que puedes, pero necesitas una solución viable, permanente y que además te genere resultados, piensa en contratar un redactor que entre muchas otras cosas te garantizará:
Mayor rendimiento de tu tiempo
Tal vez te guste escribir y tengas toda la facilidad del mundo. Quizá tu programador, tu asistente, tu agente de ventas o tu pareja sean la mejor pluma novel que hayas conocido últimamente, y además sepas bien que de mucho vale que aprovechar los dones y las ventajas que te han sido tan generosamente otorgados; pero aún así, te recomendamos encarecidamente, que te decidas a contratar un redactor.
Y es que ellos no se dedican a programar ni a resolver tus pendientes. Su trabajo es escribir y nada más, así que seguro te llevan ventaja. Además, tienen el tiempo y la “maña” para el oficio que ninguno de ustedes tiene. Con su ayuda, optimizarás el rendimiento de todo tu personal y tendrás cubiertas tus necesidades de redacción de la manera más sencilla y eficiente posible.
Mejores contenidos
Es cierto que quien redacte deberá ocuparse de que los temas en tu blog varíen, pero al contratar un redactor profesional, podrás dejar de preocuparte por eso. Los redactores saben moverse dentro de los temas para darte siempre nuevos enfoques, lo mismo que investigar nuevas vertientes que permitan que tu blog sea mucho más dinámico. También saben acudir a las fuentes correctas haciendo que tus contenidos sean siempre sean verídicos y aplicables.
Actualizaciones constantes
Debido a que al contratar un redactor tendrás a una persona que se encargará de lleno a tus contenidos, podrás garantizar que casi cualquier tema relacionado con tu giro que surja de pronto será tocado en tu blog, atrayendo así nuevos lectores que quizá se conviertan en clientes. A lo anterior agrégale la conveniencia de tener tu blog siempre al día cargado con un nuevo artículo justo en el día y la hora que lo necesites y lo determines.
Fluidez de contenidos y escritura a prueba de fallos
Con la pericia de tu redactor y con el apoyo constante de su editor (que casi siempre será un mago de la corrección de estilo) las palabras fluirán con naturalidad y los errores de dedo (y de cabeza) se reducirán al mínimo.
