Por alguna razón muy poderosa, hemos escuchado tantas veces decir “hablando se entiende la gente”. Y es que no siempre es posible obviar las cosa, muchos menos si tu imagen o tu negocio dependen de ello, así que tal parece que siempre es mejor decir las cosas como son para dejar todo claro desde el principio.
Es cierto que cuando contratas a un redactor profesional, no tienes por qué decirle como hacer su trabajo, pero si es importante que le digas cómo no quieres que lo haga. Aunque estas personas tienen experiencia y conocimientos, jamás estarán en tu cabeza viendo por si mismos cuáles son tus ideas ni siendo testigos de los propósitos que diariamente te planteas. Para evitar los contratiempos sigue estos consejos simples y evita los errores de comunicación con tu redactor profesional.
Piensa con anticipación antes de comunicarte con el redactor profesional
Analiza si quieres un blog de consejos, de temas de interés relacionados con tu giro, de tendencias a la alza, de datos/usos de tus productos o de descripción de tus servicios. Es muy importante que estés seguro de lo que quieres para que puedas pedirle al redactor que elabore temas adecuados con tratamientos pertinentes.
Blinda tu plan
Tal y como probablemente lo hayas hecho con tu plan de negocios, trata de escribir un plan para tu blog que explique todo que quieres tener y todo lo que el redactor necesita saber. Dile si quieres que consulte fuentes específicas, prepárale una lista de temas y guíalo en la dirección que te has planteado tomar. También dile específicamente que es lo que NO quieres que haga o los temas que no quieres tratar. Sólo de esa manera evitarás meterte junto con él a terrenos accidentados.
No te cierres
A veces el ser específico se confunde. Piensa de manera lógica en este sentido y da instrucciones sin cortar alas. Pasa mucho que si por ejemplo, tienes un taller mecánico que se llama “el auto azul”, de repente se te ocurre que es una excelente idea que en todos tus artículos hagan mención de ello en el título. Al tomar ese rumbo estás limitando mucho al redactor profesional pero sobre todo, estas perdiendo clientes. Y es que no todas las personas que necesiten un servicio como los que das sabrán que te llamas “el auto azul”, por lo que seguramente se irán con otro que publique artículos que en sus títulos lleven palabras como “taller mecánico”, “motores automotrices” o “reparación de autos”. No te cierres a las ganancias.