En muchas ocasiones al crear un blog, o una web, se dan muchas cosas por hecho. Esto puede ser un gran problema. Cuando «alguien» comienza a crear un blog siempre lo hace desde su propia perspectiva, y piensa en qué quiere contar. Y como seguramente le habrá dado muchas vueltas en su cabeza, una vez comience a construir su blog, pasará por alto cosas que considera evidentes. Prestar atención a los siguientes aspectos ayudará a crear un blog comprensible.
Y con la máxima claridad no se hace referencia a un aspecto concreto, si no al global del blog. Los blogs, normalmente, tienen un público muy concreto. Y aunque no lo tuvieran siempre hay que delimitar bien al público objetivo al que uno quiere dirigirse.
Aún así es conveniente suponer que para quien va a llegar nada es evidente.
Un primer paso que puede solucionar muchos de estos problemas, es definir bien los objetivos. Qué se quiere lograr con este blog. No solo de qué se va a hablar, si no por qué se va a hablar sobre cierto tema. Qué pretensiones se tienen cuando se toma esa decisión.
Diseñar para los usuarios
Esto es fundamental para lograr un blog comprensible. Los objetivos se plantean desde el negocio, pero nunca se lograrán sin tener en cuenta las neceidades de los usuarios. El usuario debe estar siempre presente en la mente de quien diseñe el blog o sus contenidos.
Para quien debe estar claro un sitio es siempre para quien lo visita. Por eso conviene cambiar la perspectiva a la hora de plantear un contenido, una funcionalidad o cualquier otro aspecto. Si quien diseña se considera a sí mismo un usuario y basa las decisiones en sus conocimientos, probablemente falle en muchas de las soluciones planteadas.
Mientras que si se testean dichas soluciones antes de implementarlas el resultado, por lo general, mejorará. Se dice que es mejor una prueba con 5 usuarios que ninguna prueba. Y existen modos sencillos de testar un blog o una web. En el libro Haz fácil lo imposible, de Steve Krug, se pueden encontrar buenos y sencillos trucos para realizar pequeñas pruebas con usuarios.
Lo sencillo funciona
Cuanto más se simplifica una tarea más gente es capaz de realizarla. Y aquí no es diferente. Cuando se pueda, se debe simplificar. Un blog sencillo, en diferentes aspectos, será un blog comprensible.
Si una idea se puede expresar con una frase más sencilla, será más asequible y comprensible para un mayor número de usuarios. Si se emplean elementos o fórmulas conocidas, estándares, quien acceda a consumir un contenido tendrá que realizar un menor esfuerzo mental.
La carga cognitiva en muchas ocasiones es la causa de abandono de un sitio. Si al usuario se le exige reaprender cómo interactuar con una interfaz y sus elementos, es muy probable que tal esfuerzo no le merezca la pena. Quizá en un sitio muy experiencial, que se base precisamente en eso, en mantener entretenido a un usuario mediante la intriga y la sorpresa, esta fórmula funcione. Pero siendo realistas, estos casos son una grandísima minoría.
Como conclusión a este punto, se debe facilitar en todo lo posible la comprensión de los elementos que configuran un blog o sitio web.
Elementos que hace un blog comprensible
La ubicación
El usuario debe saber siempre dónde está dentro del blog. La orientación en espacios físicos a veces es complicada, pero en los espacios digitales es imposible si no existe una buena señalética. Existen muchos recursos que ayudan a ubicar al usuario. El más conocido o clásico son el rastro de migas de pan. Aunque cada vez más en desuso, no deja de ser muy útil, y no tiene porqué ser un obstáculo a la estética de un sitio web.
Pero también con el uso de otros recursos como identificar la ubicación en el menú principal, el uso de títulos, botones de navegación secundaria…
Si el usuario no sabe dónde está o cómo navegar por un blog, es probable que la página en la que se encuentra se la última que visite del mismo.
Acciones
También relacionado con la ubicación. Es muy importante darle al usuario el control. El control en el sentido de que se sienta cómodo. Que comenzar un proceso no le cree dudas o miedos. Que la navegación le sea natural y llegue a los sitios sin mayor problema. Para lograr esto, es fundamental emplear CTA´s, botones y enlaces muy claros.
El texto es fundamental. Una buena verbalización de las acciones puede marcar la diferencia. El ejemplo clásico sería: Haz clik aquí. Esto no es recomendable nunca. Ni por usabilidad, ni por SEO, ni por diseño… Si ese texto es sustituido por lo que realmente va suceder una vez se haga clic ahí, la seguridad que genera en el usuario será exponencialmente mayor. Lee el artículo sobre marketing de contenidos, es una frase que no da lugar a interpretaciones o dudas.
El indicar los pasos de un formulario antes de comenzar a completarlo, le da a un usuario una aproximación del esfuerzo que va a tener que realizar. Indicar el paso exacto del pago en un proceso de compra, da mucha seguridad. Lo mismo ocurre con el precio final del producto, con gastos de envío, IVA… el usuario quiere saber cuánto va a pagar antes de «darle al botón».
Estilos
Definir bien los estilos de los diferentes elementos de navegación es un detalle que aporta muchísima información. Puede parecer poco importante, si al final un botón es un botón, y un enlace es un enlace, ¿no? Pero más bien es todo lo contrario. Es una información sutil, pero que está convirtiendo los movimientos de los usuarios en pasos sobre firme. Porque está adelantando qué va a ocurrir antes de hacerlo.
Esto libera mucha carga cognitiva. Es como cuando un conductor viaja por las carreteras de su país o de otro. Al hacerlo en una carretera «familiar» apenas hace un esfuerzo en comprender las señales. Simplemente las ve, las asimila y las comprende. Y en función de lo que su cerebro ha procesado prácticamente sin esfuerzo, actúa. Pero cuando las señales cambian, ya sea de forma sutil o evidente, el cerebro debe procesar mucha información. Debe interpretar, llegar a una conclusión y tomar una decisión en consecuencia. Y aún así le pueden quedar dudas de si reaccionó bien ante dicha señal.
Cuidar los estilos, usar estándares y otros pequeños trucos permiten que los lectores de un blog viajen siempre pro carreteras conocidas.