Muchos dueños de negocios y administradores cometen el error de pensar que contratar a un traductor es un desperdicio de dinero porque se tiene a la mano Google Translade, que es gratuito y en verdad a tenido un par de mejoras decentes en los últimos años.
El problema con Google Translade es que aún sigue fallando cuando se trata de lenguaje especializado, cuando se habla con slang y cuando se utilizan figuras literarias como las metáforas. Para esos casos, no hay como tener a una persona real leyendo tu documento y de verdad, trabajando en encontrar un sentido lógico a cada palabra.
Puede que tengas tus dudas, pero considera de ese modo podrás asegurarte de que tus contenidos sean justo lo que necesitas y no la simple proyección de un sistema informático. A continuación, algunas razones por las que deberías elegir a un profesional por encima de Google Translade.
Al contratar un traductor, contratas un redactor
Dependiendo de tus necesidades y preferencias, puede que pidas que tus textos se traduzcan a pie de letra (al menos tanto como el traslado de expresiones lo permita), pero también quizá prefieras que se conserve la estructura y el tono, pero que las expresiones se ajusten a un uso más natural y apropiado del lenguaje.
Para eso es imperativo tener a un traductor, que antes que dedicarse a los idiomas foráneos, conoce a fondo su propia lengua. El podrá asegurarse de que cuentes con textos amenos, correctos y perfectamente fluidos.
El traductor es administrador y también ¡editor!
Tu traductor se encargará de traducir tus textos, pero también de revisarlos para comprobar que se estén listos para que los publiques y también de cargarlos y programarlos conforme lo indique tu calendario de publicaciones. Contratarlo de verdad permite ganar por todos lados.
Es un profesional y no está solo
Si te acercas a una agencia especializada en generación de contenidos para contratar a un traductor y/o redactor, no necesitarás hacer nada más. Esas agencias seleccionan cuidadosamente a su gente y lo mejor es que nunca los dejan solos. Ellos los vigilan y apoyan a cada paso, de modo que podrás poner tus preocupaciones a un lado.