La “curación” de contenidos, es un tema que resulta espinoso y difícil de tratar a la hora de diseñar una estrategia de marketing de contenidos. Y lo es en gran medida porque para muchos empresarios, la curación de contenidos es sinónimo de contenidos copiados o plagiados, lo que va en contra de la filosofía propuesta por SEO que apuesta a la publicación de contendidos originales y relevantes.
En nuestra entrada del día 8 de julio titulada “la importancia de escribir artículos pilares”, hablábamos de la diferencia entre algunos contenidos que deben ser totalmente originales y otros que, en razón al poco espacio disponible y su publicación diaria impiden el desarrollo de temas absolutamente originales.
Una estrategia de marketing de contenidos precisa de la publicación de contenidos originales cien por ciento, pero también de la colaboración de contenidos curados. La pregunta es ¿En qué proporción? Igualmente es válida la pregunta ¿Qué entendemos por un contenido curado? Empecemos por la segunda:
¿Qué es un contenido curado dentro de una estrategia de marketing de contenidos?
El tiempo en que obtener información sobre un determinado tema, requería casi que la experimentación propia del investigador o del autor de un texto para poder plasmar en el papel sus impresiones o su conocimiento sobre un determinado asunto ha quedado muy atrás. Hoy en día, lo difícil es salir del maremágnum de información que nos asfixia y nos abruma a la hora de recaudar datos para el desarrollo de un artículo o un ensayo.
El curador de contenidos, al igual que el curador de una exposición artística, lo que hace es filtrar y seleccionar algunos textos, de diversas fuentes, con el fin de obtener un nuevo artículo que obstante la calidad de original.
Existen por su puesto varias formas de hacerlo. Una de ellas es citando directamente las fuentes y transcribiendo apartes textuales del escrito original, por supuesto citando la fuente sin lugar a equívocos e incluso incluyendo un link que conecte con el contenido original. La otra, consiste simplemente en tomar varias ideas de varios autores y redactar un nuevo artículo en donde el redactor, además de curador, resulta siendo un corrector de estilo.
¿Por qué puede ser buena la curación, para una estrategia de marketing de contenidos?
Aunque los motores de búsqueda pueden filtrar información a través de algoritmos y así presentar los resultados con base en unas palabras clave que hemos suministrado, no tienen la sensibilidad humana para llevar a cabo un análisis detallado sobre un tema en particular, y mucho menos la capacidad de poder extractar conceptos importantes de varios artículos para agruparlos en la redacción de un nuevo texto, mucho más completo, mucho más pedagógico y mucho más informativo para el lector.
El curador de contenidos en este caso, facilita al lector el acceso a un solo contenido, que es el resultado de las opiniones, investigaciones o reflexiones de varios autores.
¿Por qué es buena la curaduría para un redactor de artículos?
Porque eventualmente le permite desarrollar cantidad de contenidos, teniendo una buena certeza de la calidad, lo que le permite atender los compromisos adquiridos dentro de una estrategia de marketing de contenidos.
Además de aumentar la producción de contenidos, la curación también permite profundizar en el conocimiento y en temas que, por la premura de las publicaciones diarias, no podrían ser desarrollados por un redactor de contenidos que atienda varias campañas de marketing digital.
¿Debemos desarrollar una estrategia de marketing de contenidos solo con material curado?
No. Como lo advertimos en nuestro artículo del 8 de julio titulado “la importancia de escribir artículos pilares”, los contenidos curados deben ser tan solo el complemento y no la parte sustancial de una estrategia de marketing de contenidos. Solo la publicación de contenidos cien por ciento originales, complementados por otro tipo de contenidos, en menor proporción, garantiza el éxito de una estrategia de marketing de contenidos.
El buen cantante o una buena banda garantizan la venta de boletos, y no así el presentador de TV o radio que sólo hace la selección de los mejores y los lleva a su programa, a pesar de que este ingreso genere una buena audiencia.
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